domingo, 29 de enero de 2012

La espera

En marzo de este año, van a hacer dos años.
Está siendo larga, muy larga la espera.
Sé que marcará mi vida con un antes y un después.
Diría que no es un hecho extraordinario, pues mucha gente ha pasado y pasará por ello.
De hecho, hace tiempo viví una experiencia semejante.

Siento que esta espera me cansa, me agota... (es algo que verdaderamente necesito).
Ya experimenté otra espera en el pasado y quizás con mayor incertidumbre: esperé a mi compañero mucho tiempo antes de conocerle, y después, un año más, hasta que vino a vivir a mi ciudad.

La espera me desespera, me vuelve irritable, no me deja más que imaginar cómo será, sin llegar a ser.

Es verdad que esta vez no estoy sola, es una espera compartida.
Esperamos conjuntamente, al principio con mucha ilusión, y luego, en los últimos momentos, ha derivado en hastío.
Pienso que al menos, compartimos el mismo sentir; lo malo, la incomodidad ...y la maldita espera.