domingo, 15 de febrero de 2009

Una última pregunta


La semana pasada estuve en un curso que impartía la empresa en la que trabajo para la formación de los trabajadores con una misma experiencia y se produjo una situación muy interesante. El curso empezaba a las 9, con dos horas para comer y finalizaba a las 7, pero casi siempre los profesores terminaban media hora o algo antes. Durante todo el día la clase fué bastante aburrida hasta que, cuando ya avanzada la tarde, un nuevo profesor sustituyó al que estaba en ese momento para explicar brevemente un nuevo tema. Creo que no sólo captó mi atención sino la del resto del grupo, a pesar de ser última hora del día.

Siempre se ha dicho que hay mucha gente que sabe, pero que sepa y que a su vez sepa transmitir, es algo más difícil. Este chico (era bastante joven, unos 26 años o así estimo) explicaba de una forma pausala, hilando una frase con otra y respondiendo a los por qués que planteaba de forma continua. De repente, se me planteó una duda sobre lo que estaba comentando y busqué el momento para preguntarla. Resulta que él nunca miraba hacia el lado donde yo estaba situada asique por mucho que leventara la mano, él no la veía. Justo llegó el final y preguntó si alguien tenía alguna pregunta o duda, asique, como yo si la tenía, aproveché y levanté la mano. ¿Sabéis que pasó cuando hice eso? que toda la clase emitió un ruido que traducido en palabras sería algo así como: "¿qué estás haciendo insensata? no levantes la mano, ¡nos queremos ir ya a casa! ..." hice un gesto de que iba a ser algo breve, le pregunté, me respondió y ya todos vieron que se podían marchar...

¿Qué pasó en ese momento? ¿por qué tuvieron esa reacción hacia mí pensé? la verdad, no me lo esperaba pero bueno... tampoco fue una sorpresa. Entendía que se quisieran ir a casa lo antes posible, yo también, pero era cuestión de pocos minutos contestar ami pregunta. Pensando y pensado vi que en aquel momento todos ellos tenían un mismo pensamiento en la cabeza pero que no habían pactado previamente. Se trataba de una norma implícita: no hagas nada que pueda alargar la clase y así podremos salir antes. Dicha norma, no está escrita en ningún libro ni documento y en cambio, todos los asistentes a la clase la apoyaron y expresaron de forma conjunta. ¿Y entonces? ¡rompí la norma!, en aquel momento fui, digámoslo de alguna manera, una persona "anormal", una persona que se salió del stándard de lo "normal", que es lo que consideraba la mayoría en aquel momento.

Presuponemos que vivimos en una socidad en la que somos libres y que podemos pensar por nuestra cuenta pero creo que tras estas líneas se pueden entrever ciertas normas muy sutiles de las que no somos conscientes... En esta sociedad, la noción de normalidad tiene mucha fuerza, todos aspiramos a ser normales y por ello se debe entender que quien cumple las normas implícitas es normal, y quien no las cumple, no lo es. En este caso no la cumplí, y eso es lo que pasó. Creo que para la próxima, optaré por acercarme al profesor al final de la clase y hacerle la pregunta de forma individual.

martes, 10 de febrero de 2009

Si no lo imagino... nunca lo tendré


Si no lo imagino... no lo desearé...
y si no lo deseo... nunca lo tendré...
asique imagino...

...Imagino que me enamoro locamente , que estamos locos el uno por el otro!! donde hay una química increíble! donde nos fundimos ... donde nos digamos todo con la mirada y la sonrisa...

Sigo imaginando...
... Imagino que me haces vibrar cuando te miro y que tu vibras por mí!

Sigo imaginando...
... Imagino una relación apasionada en todooo!! me arriesgo!

Imagino... nunca me voy a cansar de imaginar...
porq creo en el amor! y pase lo q pase...
seguiré creyendo en él!

sábado, 7 de febrero de 2009

Los tiempos han cambiado

El otro día hablando con una amiga del colegio con la que empezado a tener contacto de nuevo, hablábamos casi sorprendidas de cómo las cosas habían cambiado para nosotras y coincidíamos en lo mismo.

Hace unos 3 o 4 años nuestras conversaciones versaban de exámenes, asignaturas, profesores, del chico que me gustaba, de las juergas de los fines de semanas... nuestras vidas giraban en torno a ello.

Sin embargo ahora, los tiempos han cambiado como dice la canción "20 de Abril" de Celtas Cortos ; en ella, uno de los chicos de la pandilla recuerda con cierta melancolía el bar donde se juntaba con sus amigos y lo bien que lo pasaban. Creo que muchas personas se idenficarán con ella, entre ellas yo.

Ahora de lo que hablo no son de exámenes ni salidas sino de los cambios que se producen en mi trabajo, de los viajes que me permite la libertad económica de la que dispongo, de hacer planes con amigos cercanos y con la pareja ...

Uno de los principales factores de ese cambio es el trabajo. Han sido 22 años formándose; mientras eres un pez que ha estado protegido en el mar, burbujeando y nadando de un lado a otro hasta que llega un momento que ha de salir a la superficie y encuentra un mundo que antes no conocía.

Siempre diré que el colegio y la universidad te dan formación y está bien, pero para sacar adelante un trabajo se necesita más que eso. Se necesitan habilidades personales y sociales que si uno no las tiene, las ha de desarrollar para salir bienparado en el trabajo. Además de "espavilar", el inicio en el mundo laboral te permite disponer de un dinero que antes no (si no se ha trabajado antes) y vivir de una forma más independiente.

Además de eso, te permite viajar. Es una de las cosas más importantes que toda persona debe hacer. Viajar te permite conocer nuevas personas y nuevos lugares: por un lado ves que lo tuyo no es lo único y conoces nuevas formas; por otro tienes encuentros con gente de otras culturas. En estos encuentros, al comunicarte con ell@s sientes que lo parecidos son a ti, algo que me sorprendió gratamente. Hay dos personas en mi vida muy importantes, una de origen inglés y otro argentino, y con ellos he visto una misma forma de pensar, de ver la vidad, a pesar de haber vivido en continentes tan lejanos.

El trabajo, los viajes, una pareja formal.... conforman las circunstancias de una persona que le hace ver las cosas de otra manera; no sé si todo el mundo se identifica con el cambio que siento que he vivido o como dice Ortega y Gasset, "Yo soy yo y mis circunstancias".

Entrevista a Laura Ponte


En la revista del periódico el mundo de hace dos domingos, había una Entrevista a Laura Ponte . Ella, es una modelo española que tiene 35 años que sufría en su juventud por su aspecto hasta que un diseñador le descubrió en una fiesta que iba junto a su madre. Desde ahí se ha convertido en una de las modelos que ha trabajado con los mejores diseñadores y se ha casado con un hombre que forma parte de la realeza española.

Comento esto porque me gustó mucho la entrevista y sobre todo porque me hizo reflexionar sobre una cosa. Ella ha conseguido estar en lo más alto de una profesión y en lo que se refiere a lo personal está casada y tiene dos hijos, por eso, cabría pensar que una vez alcanzado eso, ¿sigue sintiendo uno insatisfacción? parece ser que si, ella necesita un cambio.

Cuando lo leí pensé que había llegado a todo lo que yo deseo en este momento, a modelo no aspiro, pero si a ser alguien en mi profesión y a formar una familia. Mi idea esque si algún día lo consiguiera, sería totalmente feliz y no necesitaría de nada más pero creo que estoy confundida. El hombre es un ser insatisfecho por naturaleza, inquieto unos más que otros y que además de realizar tareas y lograr lo que quiere, necesita de una autorrealización constante.

No sé si conocéis La pirámide de Maslow ; cuando supe de ella en la universidad me gustó bastante porque es muy explicativa de las necesidades humanas. En esta pirámide la necesidad más alta y última es la de autorrealización.

El ser humano siempre va a continuar, siempre va a tener ganas de seguir avanzando a pesar de haber conseguido lo que quería, buscando nuevas formas de expresarse a si mismo, de mostrarse al mundo.